Al menos 1.000 peces murieron recientemente en la bahía de Biscayne, en el condado de Miami-Dade. Un evento alarmante y que no se repetía desde el 2020 cuando 27.000 especies marinas murieron en el mes de agosto. Científicos indican que existe alta contaminación, lo que conlleva a la muerte de hierbas marinas.
Rachel Silverstein, directora ejecutiva de Miami Water Protectors, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la limpieza de la bahía de Biscayne, se apresuró a llamar la atención sobre la tragedia.
“En algunos casos, el oxígeno se ha reducido casi a cero. La fauna se está ahogando en el lugar. Hay mucha contaminación en el Golfo que está causando la muerte de las hierbas marinas” añadió Silverstein.
Informaron además que un 90% de la cuenca, la hierba marina ha desaparecido por lo que se produce poco oxígeno para mantener la vida, producto de la contaminación constante. Asimismo científicos del Departamento de Aguas de Miami y de la Universidad de Miami tomaron muestras de agua y recogieron datos para determinar la causa de la falta de oxígeno. Destacaron que la desembocadura del canal de Little River es una zona problemática.
“Hipoxia. La hipoxia es una condición en la que hay muy poco oxígeno disuelto en el agua”, detalló Aliza Karim, gerente de investigación de la calidad del agua para Miami Waterkeeper.
Chris Langdon, biólogo marino de la Universidad de Miami, dio la voz de alarma. “Va a ser muy estresante para los peces a este nivel. Habrá falta de oxígeno”.
Antes del huracán Ian, la Autoridad del Agua se vio obligada a bajar los niveles del canal en la bahía de Biscayne para reducir el riesgo de inundación. Eso, combinado con las recientes mareas, dijeron que podría ser catastrófico. La gran cantidad de agua contaminada que se descargó cuando se bajaron las orillas del canal antes de la tormenta puede haber contribuido a este ciclo y haber sentado las bases para la muerte de peces en la bahía.
La solución pronta y necesaria es la limpieza del canal, asunto fundamental para restablecer la salud de la cuenca, si no se hace una acción inmediata, se teme que la mortandad de peces continúe y empeore.